Hace poco tuve el honor de participar en una mesa redonda de expertos internacionales en el Congreso anual sobre el futuro de la salud del Milken Institute, donde se habló sobre el valor de la colaboración para acelerar el descubrimiento científico. En su evento anual sobre el futuro de la salud, el Milken Institute reúne a los mayores expertos mundiales de todo el espectro sanitario para analizar los desafíos más importantes y tratar de encontrar soluciones. En esta mesa redonda, hablamos de las oportunidades de usar lo aprendido en las investigaciones sobre la COVID-19 para facilitar la colaboración y acelerar el progreso.
La respuesta sin precedentes de la comunidad científica a la pandemia ilustra lo rápido que se pueden realizar avances e innovaciones gracias a la colaboración en el momento óptimo del proceso de descubrimiento. Para el equipo de CAS es un honor haber participado en estas iniciativas de colaboración mediante la publicación de nuestros recursos, como los artículos revisados por pares, los conocimientos de nuestros equipos científicos y la divulgación de las recopilaciones de datos relacionadas. Entre estos recursos se incluyó un conjunto de datos de acceso abierto de casi 50 000 compuestos con actividad antiviral conocida o potencial para el uso en aplicaciones de investigación, de extracción de datos y de análisis.
¿Cuándo se debe colaborar y cuándo se debe competir?
Aunque a menudo pensamos que es la competencia lo que impulsa los descubrimientos científicos, es esencial que en el futuro nos planteemos cómo podemos alcanzar un equilibrio óptimo entre colaboración y competencia para mejorar la innovación científica.

La colaboración abierta tiene sentido en las primeras fases de la innovación, cuando el trabajo se centra en la investigación básica para entender la ciencia subyacente. En este punto, compartir información y conocimientos es muy valioso para acelerar el progreso. Acelerar la comprensión básica del desafío o la oportunidad es especialmente crítico en casos de urgencia, como la COVID-19.
Cuando se llega a la fase de búsqueda de soluciones, una competición ética puede acelerar el progreso y facilitar la aparición de una gama más amplia de resultados de innovación. De esto son una prueba las 174 vacunas candidatas para la COVID-19 que actualmente se encuentran en la fase preclínica o de ensayo clínico. En la fase de búsqueda de la solución, la competición favorece la diversidad de ideas necesarias para superar problemas complejos y protege frente al “pensamiento de grupo”, que puede limitar la creatividad de la resolución de problemas. Por ello, en esta fase la colaboración suele ser más limitada y se centra en subsanar deficiencias tecnológicas, de conocimientos, de datos o incluso de financiación que obstaculizan el progreso hacia una solución prometedora.
Colaborar para el éxito: búsqueda del socio adecuado
Forjar colaboraciones eficaces no es sencillo. Se estima que hasta un 70 % de las colaboraciones de distintos sectores no tienen los resultados deseados, así que hay mucho margen para diseñar nuevas estrategias.
Identificar socios adecuados que cuenten con los recursos necesarios y tengan unos objetivos similares sigue siendo todo un reto. Antes que nada, los colaboradores potenciales deben tener claras las carencias que desean resolver con la ayuda de un socio y las fortalezas únicas que puede aportar su organización. Esto permite realizar una evaluación objetiva de la idoneidad estratégica y funcional de los posibles socios.
A continuación, veremos algunos aspectos, positivos y negativos, que los innovadores deben tener en cuenta al seleccionar posibles socios:
Dada la importancia de seleccionar los socios adecuados, una recomendación muy útil para mejorar la colaboración es establecer vías más sistemáticas para que los innovadores puedan conectar con organizaciones sinérgicas que coincidan con sus objetivos, necesidades y valores.
Un ejemplo de esto es The Pistoia Alliance, una organización internacional sin ánimo de lucro integrada por más de cien empresas —entre ellas, las mayores farmacéuticas del mundo— que centra sus esfuerzos en eliminar las barreras que obstaculizan la innovación por medio de la colaboración precompetitiva en la comunidad de las ciencias biológicas y médicas. La estructura de alianza proporciona un marco legal que favorece la colaboración directa y segura en ámbitos como la tecnología, las normativas, la seguridad, la práctica clínica y la gobernanza de datos. Esta estrategia de colaboración precompetitiva reduce los costes y acelera la comercialización de las innovaciones favoreciendo a la vez el desarrollo de tecnologías y recursos beneficiosos para toda la comunidad de las ciencias biológicas.
Impulsar la colaboración en la era de la I+D digital
Con la creciente incorporación de tecnologías como la IA y el modelado predictivo en la investigación científica, los datos se están convirtiendo en uno de los activos estratégicos más importantes para una colaboración eficaz. La calidad y la compatibilidad de los datos de los colaboradores puede acelerar u obstaculizar enormemente estos proyectos, lo que lo convierte en un criterio importante al seleccionar socios. Para facilitar la colaboración, es probable que se necesite una inversión mayor en infraestructura tecnológica y de gestión del conocimiento que permita hacer frente al volumen creciente de datos científicos y aprovechar las oportunidades tecnológicas.

Desarrollar plataformas neutrales para compartir datos de forma segura o abierta es otro paso que favorece la colaboración. Ejemplo de esto es CORD-19, un conjunto de datos abierto de investigación de la COVID-19 recopilado por The Allen Institute for AI, en colaboración con importantes grupos de investigación y organismos del gobierno de EE. UU., para dar acceso a las publicaciones y los datos más recientes sobre la COVID-19. Una estrategia como esta, basada en una plataforma, permite compartir los costes de la gestión de datos, la seguridad, la tecnología y otras infraestructuras con los colaboradores o financiarlos por medio de inversiones públicas o donaciones filantrópicas.
La velocidad sin precedentes del desarrollo de tratamientos para la COVID-19 ha demostrado claramente el retorno de las inversiones realizadas para fomentar la colaboración internacional y acelerar el progreso científico. CAS, uno de los líderes de confianza en el campo de las soluciones de información científica, se enorgullece de facilitar esta colaboración mediante la selección, la conexión y el análisis de la mayor recopilación de ciencia publicada del mundo, que pone a disposición de los innovadores de todo el planeta.
¿Está preparada su organización para la colaboración? Mejorar su estrategia de gestión del conocimiento y los activos de datos es un primer paso crucial. Descubra cómo puede ayudarle CAS.