¿Puede ayudar la industria farmacéutica a luchar contra la obesidad?

Terra Williams , CAS Content Scientist

male hands holding insulin pen

 

     


 

 

 

 

Unos anuncios de color verde intenso que promocionan Wegovy, un fármaco para perder peso semanalmente, han invadido el metro de Nueva York. Ozempic acapara titulares y hay rumores sobre famosos que organizan fiestas en las que se administra el medicamento. La última incorporación, Mounjaro, está captando la atención de las redes sociales y disfruta de una creciente popularidad global entre los medicamentos aprobados recientemente por la FDA.

Los agonistas del receptor de GLP-1 Ozempic y Wegovy (ambos de Novo Nordisk), y el medicamento combinado Mounjaro (fabricado por Eli Lilly), diseñados originalmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, han experimentado problemas de suministro debidos al aumento de la demanda entre clientes que desean aprovechar sus posibles beneficios como medicamentos para perder peso. La obesidad se ha convertido en un problema global que afecta a aproximadamente un tercio de la población mundial, y se cree que superará el 50 % en 2035. Incrementa el riesgo de sufrir diversas enfermedades, como la cardiopatía coronaria, la hipertensión y la diabetes tipo 2.

En respuesta a esta crisis creciente, los agonistas del receptor de GLP-1 y su potencial combinado con los análogos de GIP y otros tratamientos relacionados se han convertido en opciones de tratamiento prometedoras para la obesidad y otras enfermedades asociadas. Conocer las diferencias entre estos enfoques científicos y el futuro de la pérdida de peso será esencial a medida que surjan nuevas innovaciones en este campo.

¿Cómo procesa el organismo el azúcar y cómo regula los niveles de glucemia?

El organismo tiene una forma de mantener el equilibrio de la glucemia. Cuando la glucemia está baja, las células alfa del páncreas hacen que la hormona glucagón notifique al hígado que tiene que fabricar más azúcar y liberarla en el torrente sanguíneo. Cuando la glucemia está alta, las células beta del páncreas producen insulina, que ayuda al organismo a usar el azúcar o almacenarla en la grasa y en los músculos, y también en el hígado y en otros tejidos corporales. 

El polipéptido inhibidor gástrico (GIP) y el péptido similar al glucagón 1 (GLP-1), dos hormonas secretadas por el intestino, son importantes en la obesidad y la diabetes, ya que desempeñan un papel crucial en la regulación de la producción de insulina. La insulina es necesaria porque mantiene equilibrados los niveles de glucemia. Cuando la glucemia del organismo tiene un valor bajo, las células alfa del páncreas hacen que la hormona glucagón avise al hígado de que debe fabricar más azúcar. Cuando la glucemia está alta, las células beta del páncreas producen insulina, que ayuda al organismo a usar o almacenar la energía.

El GIP estimula la producción tanto de insulina como de glucagón, y protege a las células productoras de insulina frente a la muerte celular, además de fomentar su proliferación. El GLP-1 estimula la liberación de insulina desde el páncreas e inhibe, a la vez, la liberación de glucagón. 

¿Cómo se puede tratar la obesidad con la ayuda de fármacos?

Hasta la fecha, hay varios tipos de medicamentos para el tratamiento de la diabetes y la obesidad. Los agonistas del receptor de GLP-1, como la semaglutida (que se vende con los nombres comerciales Ozempic y Wegovy), activan la producción de insulina imitando las acciones del GLP-1. La tirzepatida (comercializada como Mounjaro) combina agonistas del receptor de GLP-1 y análogos del GIP. Los agonistas del receptor de GLP-1 se unen a los receptores del péptido similar al glucagón 1 en las células, mientras que los análogos de GIP imitan la función del GIP, y ambos estimulan la producción de insulina. Más recientemente ha aparecido un nuevo fármaco, retatrutida, un agonista de GIP, GLP-1 y glucagón con resultados prometedores en las primeras fases de los ensayos clínicos. 

A continuación se resumen los medicamentos y agonistas del receptor de GLP-1 cuyo uso se está valorando para perder peso.

    1. Agonistas del receptor de GLP-1 como la semaglutida (Wegovy, Ozempic)

    2. Estrategias combinadas

           a.    Agonistas del receptor de GLP-1 y GIP, como la tirzepatida (Mounjaro)

           b.    Agonistas del receptor de GLP-1, GIP y glucagón, como la retatrutida

La base científica de estos medicamentos empleados para perder peso

La activación de los receptores de GLP-1 y GIP aumenta el metabolismo de la glucosa y los lípidos en el organismo. Eso reduce el apetito y la velocidad de la digestión, mejora la capacidad de disminuir la adiposidad y limita el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la obesidad. Entre sus principales efectos se incluyen los siguientes:

  • Secreción de insulina: el GLP-1 y el GIP pueden estimular la liberación de insulina en las células beta pancreáticas cuando la glucemia está alta. Esto contribuye a reducir los niveles de glucemia. 
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  • Vaciado gástrico: el GLP-1 y el GIP pueden ralentizar el paso de los alimentos del estómago al intestino, lo que reduce el apetito y la ingesta de calorías, ya que prolonga la sensación de saciedad.  
  • Regulación del apetito: el GLP-1 y el GIP pueden afectar a las regiones del cerebro que controlan las señales de hambre y saciedad. Esto contribuye a reducir el apetito y la ingesta de alimentos y hace que las personas tengan menos hambre y se sientan más saciadas.  

La importancia de las estrategias combinadas

Un factor importante que se debe tener en cuenta en los tratamientos combinados es la sinergia. La sinergia se da cuando el efecto de combinar varios medicamentos es mayor que la suma de los efectos individuales de los distintos fármacos. La importancia de combinar agonistas del receptor de GLP-1 y análogos de GIP en la medicación radica en el hecho de que el proceso afecta a las dos vías moleculares, en lugar de actuar solo sobre una de las dos hormonas principales. En los fármacos monoterapia, como las semaglutidas, se ha descubierto en ensayos con humanos y ratones que se desarrolla tolerancia a algunos de los efectos del medicamento. Las terapias combinadas impiden que el organismo desarrolle tolerancia a los efectos de los fármacos, dado que se actúa sobre varias vías. Otro factor importante en la terapia combinada es la dosificación. Los medicamentos combinados permiten usar dosis más bajas de cada uno de los fármacos que los componen, con lo que se evitan algunos efectos secundarios.

¿Qué resultados se están obteniendo en los ensayos clínicos y en el mundo real? 

Varios ensayos clínicos han demostrado que los fármacos de agonistas del receptor de GLP-1 y los medicamentos combinados de agonistas del receptor de GIP/GLP-1 pueden provocar una pérdida de peso considerable en pacientes con diabetes y obesidad si se comparan con placebos o con otros tratamientos.  

Algunos estudios destacados publicados en The New England Journal of Medicine han puesto de manifiesto la eficacia de la semaglutida y la tirzepatida.