¿Cuáles son los factores más importantes para las organizaciones de I+D del ámbito de la ciencia y la tecnología a la hora de implementar una transformación digital? ¿Crear un conjunto de datos sólido? ¿Establecer una infraestructura digital eficaz? Estos son, sin duda, dos aspectos esenciales, pero quizás se esté olvidando de uno importante. Las personas.
La digitalización ofrece innumerables beneficios a las organizaciones, como una innovación más inteligente, una productividad mayor y más agilidad en la toma de decisiones, pero solo se materializan si toda la plantilla adopta la mentalidad digital. De hecho, esto es tan importante que una encuesta reciente realizada por McKinsey reveló que los desafíos culturales y conductuales son los principales obstáculos que hay que superar en la era digital.
¿Cómo se pueden esquivar estas barreras culturales? Hemos identificado tres de los principales obstáculos conductuales que ralentizan los programas de digitalización y vamos a analizar cómo se pueden superar.
1. Cree expectativas realistas
Antes de desarrollar cualquier tipo de estrategia digital transformadora, debe tener una visión realista de lo que desea conseguir. Con demasiada frecuencia, tecnologías como la IA, el aprendizaje automático y el análisis digital se ven como varitas mágicas que con un simple toque resuelven cualquier problema empresarial. Aunque, sin duda, las tecnologías digitales pueden mejorar la eficiencia y acelerar la innovación, solo lo consiguen cuando se aplican de una forma selectiva.
La digitalización es más eficaz cuando se usa para mejorar las eficiencias del flujo de trabajo para procesos bien definidos. Por tanto, puede merecer la pena empezar implementando la digitalización en áreas clave, como la competencia principal de su empresa. Tomando como base lo que diferencia a su empresa de las demás, puede ampliar su ventaja en esa área.
Además, debe haber una mentalidad de empresa con respecto a los proyectos de digitalización. No olvide coordinar los esfuerzos y definir objetivos claros y medibles. Evite dar una idea poco realista de los posibles resultados y beneficios cuando justifique la asignación de presupuesto. Aunque hacerlo pueda reforzar inicialmente su defensa de necesidad de financiación, si las promesas no se cumplen tendrá que enfrentarse a ello más adelante.
2. No deposite toda su confianza en los datos
La IA es fantástica para analizar datos e identificar patrones con más rapidez que los humanos, pero no espere que tome decisiones de negocios o diseñe su próxima innovación de I+D. La IA destaca en la ejecución de tareas rutinarias y bien definidas que no requieren un alto nivel de inteligencia, pero carece de la visión de conjunto necesaria para hacer juicios complejos que para un humano serían muy sencillos.
Así, al enfrentarse a datos erróneos o inusuales, la IA puede no contar con las capacidades de razonamiento cognitivo necesarias para saber si algo no es correcto. Mientras que los analistas humanos sabrían si hay otros factores en juego, los algoritmos podrían seguir procesando los datos de la misma forma y generando resultados sin sentido o incluso engañosos. Seguir a ciegas las conclusiones derivadas de la IA puede ser arriesgado, así que es importante adoptar las medidas necesarias para asegurarse de que los expertos humanos supervisan con regularidad la fidelidad de los datos del proceso.
Con esto en mente, es esencial que todos los miembros de la organización que está llevando a cabo una transformación digital entiendan estas limitaciones. Además de dar a las personas que deben aplicar los resultados generados por la IA la confianza necesaria para cuestionar la validez de las conclusiones, es esencial para tirar por tierra un mito peligroso según el cual el objetivo de los proyectos de transformación digital es reemplazar a los humanos por máquinas inteligentes. Este malentendido es perjudicial para la moral de los empleados y puede incluso impedir que las organizaciones aprovechen todo el potencial de sus inversiones digitales. Es posible que las personas que creen que un nivel mayor de digitalización restará valor a su trabajo hagan todo lo posible por oponerse a ella. En cambio, quienes entienden cómo contribuirá a hacer que su propio trabajo sea más interesante y que la organización tenga más éxito, apoyarán la transformación.
3. Comunique bien el cambio organizativo
Recoger los frutos derivados de la adopción de la nueva generación de tecnologías digitales es fácil, pero llegar hasta ellos puede resultar más complicado. Implementar sistemas y flujos de trabajo inteligentes puede hacer necesario que los departamentos adopten nuevas formas de pensar o que cambien prácticas consolidadas. Algunos equipos pueden ser reacios a compartir los datos existentes con otras personas por miedo a interrupciones de sus procesos o a que se contaminen los datos. Otros pueden no estar dispuestos a ceder para aceptar algunas de las soluciones propuestas porque no ven claros los beneficios. Sea cual sea la causa, para algunas empresas los procesos de digitalización tienen el potencial de convertirse en fuentes constantes de fricción.
Pregúntele a cualquier ejecutivo que haya conseguido ganar la adhesión de los empleados para estos procesos de cambio y le revelará el secreto: una buena comunicación. Este elemento es importante para cualquier empresa que esté experimentando una transformación de cierta envergadura, pero para las que se embarcan en proyectos de digitalización es crucial porque son muchas las personas implicadas en los procesos necesarios para optimizar el rendimiento de estas inversiones.
La comunicación es esencial para minimizar la resistencia y maximizar la adhesión, y para hacerlo con eficacia es necesario explicar primero el porqué del proyecto. ¿Cuáles son las necesidades que justifican el proyecto? ¿Cuáles serán los beneficios para la organización? Y, sobre todo, asegúrese de responder a la pregunta que todo el mundo tendrá en mente: "¿Qué voy a sacar yo de todo esto?".
Una vez que todo el mundo haya entendido esta visión, tendrá que explicar cómo se va a llegar hasta ella. En otras palabras, ¿qué cambiará y qué seguirá siendo igual? Al hacerlo, es importante que la estrategia de digitalización se entienda bien y que sea adoptada por todos. Para lograrlo debe establecer especificaciones y plazos claros para asegurarse de que todo el mundo trabaje de forma coordinada. Incluso medidas sencillas, como designar un guía de datos que sirva como traductor para ayudar a los departamentos a ajustar su contenido y sus procesos a los nuevos modelos, pueden ser una solución muy eficaz.
Adoptar la digitalización: reconocer las posibilidades y esquivar los obstáculos
Una ejecución eficaz de los programas de digitalización requiere que cada participante desempeñe su papel, y la estrategia y la cultura de su organización contribuirán a lograrlo. Asegurarse de que todo el mundo tiene una visión realista de los beneficios y las oportunidades asociados a la digitalización —y también de las limitaciones de estos proyectos— es crucial para el éxito de la transformación.
Descargue el informe técnico para obtener más información sobre las oportunidades de digitalización de las organizaciones de I+D científicas y tecnológicas.